Comprender a los integrantes vivos de los minijardines es fundamental para su supervivencia y salud. Con esta infografía nos introducimos en el conocimiento de uno de estos protagonistas: los cactus. Esta breve infografía muestra las partes que lo componen y la función básica de ellas.
La corona es la parte más alta del cactus y la zona desde donde se extiende el crecimiento desde el centro hacia la periferia del cactus. La piel del cactus se constituye en una barrera diseñada para evitar la evaporación del agua que está contenida en las reservas internas. Estas reservas son formadas al ser transportadas por el tejido vascular que distribuye los nutrientes y el agua.
Las raíces son los elementos que absorben los nutrientes y el agua. Son profundas, largas y se desarrollan extendiéndose por una amplia zona del sustrato para poder aprovechar al máximo la humedad que puedan captar del terreno.
En el exterior de los cactus se pueden apreciar protuberancias llamadas tubérculos, que en los cactus globulares son conocidas como costillas. Entre los tubérculos y a nivel de sus nacientes, están las axillas, región desde donde crecen nuevos tubérculos. En la cúspide de los tubérculos están las areolas, que son las zonas que dan origen a las espinas o las flores.
Las espinas son vestigios de hojas que se adaptaron para proteger a los cactus de los animales que buscan alimento en ellos, también son la expresión de la máxima reducción de las hojas para evitar la evaporación de agua por ellas.
Todo este diseño anatómico y funcional, incluyendo sus formas que dirigen el agua a la base de la planta, está dado para maximizar la capacidad de obtener agua y de almacenarla, lo que garantiza la supervivencia de estos seres vivos en los ambientes en los que se enseñorean con humildad.
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